Tàpies recuerda a Picasso

«Hay cien maneras de servir a tu país…» A partir de estas palabras de J. V. Foix 1 Tápies se refería a la eficacia de la obra de arte y situaba la tarea de los artistas a la altura de otras actividades de importancia, como la ciencia, la investigación, el estudio, la práctica de técnicas y trabajos manuales, la medicina… «Todo vibra y adquiere sentido cuando hay grandes ideales arraigados en nuestros actos más mínimos, por individualistas que parezcan; o cuando las grandes virtudes –la esperanza sobre todo– nos siguen impulsando. Entonces todo sirve, nada es mezquino. El amor a nuestro grupo humano (…) lo impregna todo, aunque pueda parecer que no sentimos la menor vocación hacia la política.» 2 Pero «hay condiciones especiales que obligan al poeta a ocupar el lugar del político. Además de la obra, a veces puede haber una acción, un testimonio político que también cuenta (…) Formas de manifestarse que, gracias a la investidura que le ha procurado su misma obra en la imaginación del pueblo, en algunos casos sustituye con mucha más fuerza cualquier testimonio del político».3

[Antoni Tàpies. Picasso 1881-1981, 1981. Cartel realizado para conmemorar el centenario del nacimiento de Pablo Picasso.]

 

Una de esas condiciones especiales se dio el año 1981, cuando Tàpies recibió el encargo del Ayuntamiento de Barcelona de dedicar un monumento a Picasso en el marco de la conmemoración del centenario de su nacimiento. La escultura se ubicaría en el Passeig de Picasso, en el cruce entre el eje de viandantes que une la zona de Santa Maria del Mar a través del Born con el Umbracle del Parque de la Ciutadella. Tàpies aceptó la propuesta:

Escogí como materiales unos muebles que correspondían aproximadamente a la época contra la cual luchó Picasso y que representaban el confort o el conformismo de aquellos años, y los atravesé con unas vigas de hierro, que venían a ser el símbolo del anticonfort. El conjunto resultante iría remachado por aquella frase de Picasso que dice que «un cuadro no es para decorar un salón sino que es un arma de ataque y defensa contra el enemigo». 4

 

[Número especial del Butlletí de la Facultat de Belles Arts de la Universitat de Barcelona dedicado a la exposición Projectes i relització del Monument a Picasso de Tàpies, presentada en el salón del paraninfo. Universitat de Barcelona, abril-mayo de 1983.] 5

 

Monument Homenatge a Picasso es un ensamblaje que contrapone diversos muebles de estilo modernista, similares a los de la época en que Picasso vivió en Barcelona, con algunos elementos y materiales que aluden a la ciudad industrial de por entonces. Entre los muebles, destaca uno que es a la vez sofá, espejo y vitrina, y se presenta atravesado por unas vigas de hierro pintadas de blanco que forman una X. A su lado hay una pila de tres sillas amontonadas y atadas con cuerdas en uno de sus extremos. Desde la parte superior de las vigas se despliegan unas mantas blancas que cubren la parte de atrás del mueble, con una mancha roja en el centro. Al acercarnos, descubrimos unas frases escritas por Tàpies que recogen algunas conocidas declaraciones de Picasso. Estas, pasadas por el cedazo del pensamiento y del gesto de Tàpies no son, ni quieren ser, citas literales. «Cuando no tengo blanco pongo rojo» alude a «Cuando no tengo azul pongo rojo», recogido por Paul Euard. 6 Al ajustar las palabras de Picasso, Tàpies nos avisa de que la necesidad de expresarse del artista a veces va más allá de los medios de los que dispone. Seguidamente, encontramos la frase más conocida: «No, la pintura no está hecha para decorar apartamentos sino que es un arma ofensiva y defensiva contra el enemigo», una afirmación del compromiso político del artista y un reclamo de la dimensión social que debe tener el arte.

La escultura está cubierta por un cubo de vidrio de cuatro metros por cada lado, por cuyas caras verticales discurre agua, y está situada en el centro de un estanque cuadrado de once metros de lado. El monumento se inauguró el 18 de marzo de 1983. 8

 

[Cartel de la exposición Projectes i realització del Monument a Picasso, de Tàpies, presentada en el salón del paraninfo. Universitat de Barcelona, abril-mayo de 1983.]

   

Al recordar a Picasso, Tàpies volvía por un tiempo a Barcelona, su ciudad. A partir de una escultura que es es vieja y nueva a la vez 9  –como decía Tàpies del propio Picasso–, reivindica la confrontación que implica el final de una época y la llegada de otra. Tàpies deja clara la acomodación de la sociedad acaudalada y burguesa de la Barcelona de finales del siglo XIX y principios del XX, que es atravesada y envuelta por la revuelta de otra que cambia, gracias al inconformismo de quienes se comprometieron y seguían comprometiéndose políticamente. Picasso, decía Tàpies, «era un final de una época. Pero a la vez (…) comenzaba a dejarnos entrever, a intuir al menos, un posible nuevo mundo por entero». 10 

De los quince dibujos preparatorios de la escultura, doce forman parte de la colección de la Fundació Antoni Tàpies. 11 Observándolos con atención, además de poder imaginar su proceso de concepción, vemos reflejadas algunas de las ideas que expresa la escultura, como la contraposición de planos y elementos, el juego entre lleno y vacío, la quietud y el movimiento, el amontonamiento de objetos, la presencia de los muebles, la elección del mueble que es atravesado y elevado en uno de sus extremos, la X que lo atraviesa, la mancha roja, el agua que cae, la palabra «record» y de nuevo la cita «Un cuadro no es para decorar un salón…» 12 Sin embargo en los dibujos, todas estas ideas son abordadas de manera más individualizada.

 

 

 

 

 

 

[Antoni Tàpies, Homenatge a Picasso I, II, III, IV. V, VI, VII, IX, X, XII, XIV, XV, 1981. © Fundació Antoni Tàpies / Vegap, 2023]

 

En Picasso, como en otros artistas pioneros de la vanguardia, Tàpies reconoció desde muy joven la importancia del hecho de que la realidad y, a partir de esta, del conocimiento y las ideas, se pudiesen expresar con nuevas formas a través de un arte moderno. 13 En la década de 1940, durante la posguerra y en pleno franquismo, cuando Tàpies se estaba formando como pintor, estudió la obra de Picasso en un momento en que el arte de vanguardia no tenía espacio en Catalunya ni en España, «un mundo tan cerrado como aquel en el que nosotros vivíamos». 14 En aquel momento, participar de estas nuevas formas era un gesto político en sí mismo. «Tenía que haber verdades que nos eran escamoteadas y que se debían reencontrar». 15 

Tàpies se reconocía en el desprecio de Picasso hacia el arte académico y conservador, el basado en las formas clásicas de representación, que alimentaba el régimen franquista: «En él [en Picasso] había una genuina necesidad de romper con el tipo de realidad que había mostrado hasta entonces la pintura tradicional, es decir, todo el lenguaje que se respaldaba con las imágenes que nos dan los ojos, porque simplemente ya no se lo creía». Admiraba también su inagotable investigación en la transformación del lenguaje, así como su capacidad de conocer de primera mano «que el proceso de gestación de una forma de decir, de un estilo, puede ser a veces el esfuerzo lento, no solo de toda una vida, sino de generaciones». 16 

A lo largo de su trayectoria artística, Tàpies dedicó algunos textos a Picasso e hizo referencias a algunos escritos y entrevistas, reconociendo la importancia de su legado artístico,otras veces, asociándolo a la imagen del caleidoscopio: «con su obra parecía haber desmenuzado toda la pintura tradicional y la había introducido en un caleidoscopio con el que nos iba dando extrañas combinaciones», «para acercarnos más a la nueva realidad –irrepresentable para el lenguaje de los ojos– de la que hablaban los científicos», 17 «pensadores y poetas el siglo XX» 18 –M. Plank, W. Heisenberg, A. Einstein, N. Bohr, entre otros–, que «confirmaban la antigua lección de que la realidad no es solo la que vemos con los ojos», «y que bajo las apariencias de lo que hay en el espacio y en el tiempo se encuentra otra realidad más honda, más verdadera, que hasta ha transformado la idea que teníamos de esos dos conceptos» 19 

Tàpies también le dedicó diversas obras, entre las que destaca la serie de doce dibujos A Picasso I-XII, que hizo para conmemorar el nonagésimo cumpleaños del artista el año 1971. Estos tienen como telón de fondo los diversos actos planificados por la ultraderecha contra una docena de galerías de arte y librerías de Barcelona y de Madrid que exponían obras de Picasso como homenaje al artista. 20 

Para Tàpies, Picasso y Miró fueron ejemplos de artistas modernos y comprometidos, En un manuscrito del año 1975 manifestaba su agradecimiento a ambos artistas, a quienes siempre se dirigió como maestros:

J’ai eté encouragé pour l’exemple de Picasso et de Miró, par celui de tan d’exilés, par mes amis poètes qui lutaient dans le même sens. Peu à peu nous avons fait changer le poids de la balance. Et finalment notre margination est devenue un symbol multitudinaire. C’est la meilleur récompense que peut recevoir un artiste ou un écrivain: avoir une place de porte-parole d’un discours que voudrait être chanté par tout un peuple. 21 

[Texto escrito en el marco de la conmemoración de los 50 años de la muerte de Picasso y los 60 años de la apertura del Museu Picasso de Barcelona, dentro de la triple celebración Picasso, Tàpies, Miró (20-23-2025).

 

Con la escultura pública Monument Homenatge a Picasso, Tàpies recuperaba uno de los primeros sentidos de la palabra «monumento», del latín monumentum, derivada de monere: recordar, dar que pensar, advertir. Manteniendo vivo el recuerdo, Tàpies nos hace seguir estando alerta, evidenciando, una vez más, la aspiración de que el arte pueda tener una función social. 22 

 

Fundació Antoni Tàpies, Barcelona, junio de 2023.

 

[Imagen de cabecera: Antoni Tàpies. Monument Homenatge a Picasso, 1983. Objeto-ensamblaje dentro un cubo de vidrio. 4 x 4 x 4 m. Colección Ajuntament  de Barcelona, Barcelona.]

 

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1 – Antoni Tàpies, «Avantguardisme i colectivitat», en L’art contra la estètica, Ariel, Barcelona, 1974; publicado por primera vez en La Vanguardia, 9 de mayo de 1973. 

 2 – Ibídem.  

 3 – Ibídem.

4 – Antoni Tàpies, «Dibuixos preparatoris per al monument», Projectes i realització del monument a Picasso de Tàpies. Butlletí de la Facultat de Belles Arts de la Universitar de Barcelona (Barcelona), abril-mayo de 1983.

5 – El boletín contiene: «Homenatge a Picasso», Carles Camps y Xavier Franquesa; «Dibuixos preparatoris per al monument», Antoni Tàpies; «Remodelació del Passeig de Picasso», Roser Amadó y Lluís Domènech; «Reportatge fotogràfic de la realització del monument», Francesc Catlà-Roca; «Sobre la idea de monument», Josep Muntañola Thornberg; «Els dèficits monumentals de Barcelona», Oriol Bohigas.

6 – Picasso dijo: «Quand je n’ai pas de bleu, je mets du rouge». Éluard, Paul, «Donne à voir», «Peintres», 1939, en Oeuvres complètes, I, Gallimard, París, 1997, p. 940.

 7 – En la escultura dice «apartamentos»; en los dibujos, «salones».

 8 – Ese mismo año, del 7 de abril al 18 de mayo tuvo lugar la exposición Projectes i realització del Monument a Picasso de Tàpies, en el salón del paraninfo de la Universitat de Barcelona. Se pasaba un vídeo sobre su proceso de realización e instalación, con diversas entrevistas; los dibujos preparatorios; un reportaje fotográfico de F. Català-Roca sobre su proceso de creación, realización e instalación; algunos objetos y ensamblajes de Antoni Tàpies (Porta metà´lica i violí [Puerta metálica y violín], 1956; Cadira i roba [Silla y ropa], 1970; Pila de plats [Pila de platos], 1970; Taula [Mesa], 1970; Palla coberta amb drap [Paja cubierta con trapo], 1971; y Armari [Armario], 1973); además de esquemas y planos de los arquitectos Roser Amadó y Lluís Domènech, que dirigieron la instalación de la escultura y las obras de remodelación del paseo.

9 – Antoni Tàpies, «Picasso total. Nou i vell», en L’art comtra l’estètica, Ariel, Barcelona, 1974.

10 – Antoni Tàpies, «El testimoniatge de Picasso», en L’art contra l’estètica, Ariel, Barcelona, 1974. Artículo publicado en la revista infantil Cavall Fort, núm. 253 (junio de 1973). 

11 – Antoni Tàpies, Homenatge a Picasso I, II, III, IV. V, VI, VII, IX, X, XII, XIV, XV, 1981. Fundació Antoni Tàpies, Barcelona. Véase la colección en línea: www.fundaciotapies.org/la-colleccio/ 

12 – En los dibujos dice «salones»; en la escultura «apartamentos».

13 – Núria Homs, «Tàpìes mira Picasso», en Picasso a la retina. Artistes catalans retraten Picasso. Fundació Palau, Caldes d’Estrac, 2023 [en prensa].

14 – Antoni Tàpies, «Tres entrevistes. I», en L’art contra l’estètica. Ariel, Barcelona, 1974. El texto tiene como base la transcripción que hizo Lluís Permanyer de las conversaciones mantenidas con Antoni Tàpies para los artículos publicados en La Vanguardia el 18 y el 25 de marzo, y el 1 y el 8 de abril de 1973.

15 – Ibídem.  

16 – Antoni Tàpies. «Picasso total. Nou i vell», en L’art contra l’estètica. Ariel, Barcelona, 1974.

17 – Antoni Tàpies. «El testimoniatge de Picasso». Op. cit.

18 – Antoni Tàpies. «Picasso total. L’heroi», en L’art contra l’estètica. Ariel, Barcelona, 1974.

19 – Antoni Tàpies. «El testimoniatge de Picasso». Op. cit.

20 – Núria Homs. Op cit.  

21 – Antoni Tàpies. Barcelona, 19 de mayo de 1975. Manuscrito publicado en Tàpies, Galerie Beyeler, Basilea, 1975. «Me animó el ejemplo de Picasso y de Miró, el de tantos exiliados, de mis amigos y de los poetas que lucharon en una misma dirección. Poco a poco hemos cambiado el peso de la balanza. Y finalmente nuestra marginación se ha convertido en un símbolo multitudinario. Es la mejor recompensa que puede recibir un artista o un escritor: tener un sitio como portavoz de un discurso que querría ser cantado por todo un pueblo.»

22 – Antoni Tàpies. «Dibuixos preparatoris per al monument». Op. cit.

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