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África explora: arte africano del siglo XX

África explora pretende ofrecer una panorámica completa y representativa del arte africano del siglo XX, desde una perspectiva autóctona, que sitúa el arte y a los artistas africanos en su contexto y les deja expresarse con voz propia.

La muestra revela la vitalidad y las complejidades de un arte que condensa tradiciones antiguas y nuevas; incorpora elementos occidentales junto a otros genuinamente africanos; reúne a artistas de formación académica con otros autodidactas; relaciona formas tradicionales legadas del pasado con nuevas soluciones surgidas de las comunidades vivas.

La comisaria de la muestra, Susan Vogel, define cinco categorías independientes que proponen una manera de ordenar la producción artística africana contemporánea sin encorsetarla.

Arte extinto es el nombre que recibe el glorioso legado de los pueblos africanos. Se trata de objetos de arte tradicional, del pasado, que todavía tienen una presencia significativa en el África contemporánea, perviviendo en los museos o en la memoria colectiva.

El arte tradicional se ubica en el África rural y lo practican artistas que han adquirido la técnica y los estilos tradicionales mediante el aprendizaje, y que trabajan para su propio grupo étnico. Sus obras son funcionales, creadas en gran medida para usos específicos (cultos, rituales, fiestas), si bien numerosos artistas trabajan también para el mercado turístico. El arte tradicional produce objetos autónomos unitarios (casi siempre esculturas), ornamentados con motivos humanos y animales.

El nuevo arte funcional se convertirá en tradicional si las nuevas generaciones continúan adoptándolo. Comprende objetos que, mediante formas sorprendentes y agresivas, cumplen funciones tradicionales o nuevos propósitos rituales de las comunidades, como espectáculos de nueva creación o prácticas derivadas de los cultos cristiano e islámico, a menudo con una naturaleza sincrética. Los artistas suelen ser autodidactas e innovadores, y experimentan con mezclas eclécticas de materiales y motivos.

El arte urbano, que equivaldría a lo que hasta ahora se conocía como arte popular, corresponde a los carteles e imágenes comerciales de pequeños comercios (restaurantes, tiendas, barberías), realizados por artistas-artesanos autodidactas. Se trata de pinturas y dibujos extrovertidos e impactantes, divertidos y ornamentales. El arte urbano no solo incluye rótulos publicitarios, sino también pinturas dirigidas a los coleccionistas urbanos y al turismo, así como carteles, fotografías y otras obras de carácter efímero. Algunas de estas obras presentan un claro contenido político-social y múltiples significados históricos.

La categoría descrita como arte internacional engloba la producción de artistas de formación académica que trabajan bajo los auspicios de un maestro o mecenas europeo. Estos artistas viven en las ciudades, viajan a menudo y tienen un nivel de vida superior al del resto de sus colegas. Sus obras manifiestan a menudo preocupaciones formales, con temas que pueden resultar oscuros a los no iniciados.

Esta exposición pretende suscitar algunas preguntas sobre las nociones de cultura y arte africanos elaboradas por Occidente y replantear el concepto de tradición que se ha aplicado hasta ahora. La historia del arte ha tendido a considerar que el arte africano no había cambiado mucho durante los últimos siglos. Sin embargo, África explora demuestra que este arte ha sido más susceptible al cambio de lo que parecía. Si no se ha percibido este flujo constante es porque Occidente valora el cambio y la originalidad por encima de otros criterios de calificación, mientras que los artistas africanos enfatizan la continuidad en las formas y modelos tradicionales a fin de legitimizar el presente. Occidente se ha inclinado a valorar el arte africano desde criterios eurocentristas y ha desdeñado la evolución experimentada por los africanos y por su producción artística. Los juicios y prejuicios eurocentristas afectan a la visión y al análisis del arte africano contemporáneo, y en este sentido, la muestra plantea una cuestión decisiva: ¿en qué perspectiva debemos situarnos los occidentales para observar el arte africano del siglo XX? La lección más importante que se extrae de África explora es que el arte africano no debe contemplarse ni desde posiciones neocoloniales ni tampoco desde el punto de vista del nativo, sino desde una posición intermedia, más abstracta, que no vulnere el misterio y la idiosincrasia del arte africano contemporáneo.

Acompaña a la muestra un libro-catálogo, profusamente ilustrado, que incluye textos de Susan Vogel, directora de The Museum for African Art, de Nueva York; Walter E.A. Van Beek, profesor adjunto de la Universidad de Utrecht; Bogumil Jewsiewicki, profesor de la Universidad de Laval, Quebec; Ima Ebong, historiadora del arte; Donald John Cosentino, profesor adjunto de la Universidad de Los Angeles, California (UCLA); Thomas McEvilley, historiador del arte; y V.Y. Mudimbe, profesor de la Universidad de Duke.